Un perrito nació sin sus patas delanteras en vísperas de navidad, lo que causó que nadie lo quisiera, ni siquiera su madre. Su condición hizo que su primer dueño quisiera ponerlo a dormir, pero después se hizo cargo de él Jude Stringfellow, de tal forma que ella dijo que le enseñaría a caminar y hacerse valer por sí mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario