El 24 de mayo de 1970, la Unión Soviética comenzó a perforar un pozo en Pechenga , un distrito escasamente poblado de la región de Múrmansk. Los trabajos se prolongaron hasta 1989 y se horadó hasta los 12.262 metros, una profundidad a la que nunca había llegado el hombre. La idea de excavar este pozo nació en 1962, como un correlato de la carrera espacial con EE.UU. La intención no era encontrar petróleo, sino conocer la litosfera. Lo más sorprendente es que el objetivo inicial que se fijó fue descender hasta los 15.000 metros, pero no se consiguió básicamente porque la temperatura aumentó por encima de lo calculado y se descubrió que los materiales se comportaban de manera inesperada. |
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